Antonio Vallejo realiza un sentido y documentado pregón del Cascamorras
JOSÉ UTRERA
Ten Piedad, escuchó el obrero accitano, cuando notó, que su pico golpeaba algo duro en las entrañas de la tierra del antiguo convento mozárabe en el arrabal de la churra de la ciudad de Baza, donde se comenzaba a construir la Iglesia de la Merced. Juan Pedernal, que era el nombre del obrero accitano, quedó sorprendido ante semejante hecho, comunicó a sus compañeros lo ocurrido y tras avisar a las autoridades de la localidad se pudo descubrir la imagen de la Virgen, que desde ese mismo instante asimiló la advocación de la Piedad.