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Fallece el ex- alcalde de Caniles Fernando Bocanegra Vela

JOSÉ UTRERA

                                                               Obituario                                            A  Fernando Bocanegra Vela                                     Alcalde de la Villa de Caniles (1982-1995)                                                Juan Antonio Díaz Sánchez                                 (Centro de Estudios Históricos de Granada y su Reino) Todas las despedidas son difíciles, máxime, cuando se trata de la despedida de un buen y querido amigo. Pasados los idus de octubre, nos ha dejado el que fuera alcalde de Caniles, don Fernando Bocanegra Vela, mi buen amigo Fernando. Son muchos los recuerdos que pudiera expresar aquí. Recuerdos buenos y entrañables de un gran hombre, de una buena persona y del mejor alcalde que ha tenido Caniles en la Democracia. Él, con su buen hacer, con su ilusión, trabajo, tesón?, adecentó la política local. Una palabra, la de política, que en la actualidad está muy desconsiderada por toda la corrupción que estamos viviendo en estos días que nos ha tocado vivir. Sin embargo, Fernando Bocanegra supo escribir esa palabra con mayúscula: Política, y sobre todo, política local. Maestro de profesión, concretamente de matemáticas, siempre tuvo una máxima es su vida, hacer felices a todas las personas que tuvimos el privilegio, la suerte y el honor de estar a su lado. Su gran pasión fue su pueblo, su villa, su Caniles natal; trabajó lo indecible para que el pueblo de Caniles, una localidad eminentemente rural, tuviera una mejor economía, sanidad, educación ?nunca pudo olvidar su profesión de maestro?, medidas sociales, seguridad y cultura. Tuve la suerte de compartir con él una gran afición, la caza, para nosotros algo más que un deporte, fue una pasión que nos unió como buenos amigos que éramos. Hablando de los amigos, gracias a él pude conocer a otra de las personas que más aprecio, el erudito historiador y polígrafo  Vicente González Barberán. Fue Fernando quien, sabiendo mi pasión y dedicación profesional a la Historia, me puso en contacto con  Vicente, un amigo en común que también ha llorado mucho su pérdida. Fueron muchas las tertulias y conversaciones que tuvimos Fernando y yo, al amparo de una buena mesa, en el cortijo de ?Villa Consuelo? ?propiedad de su hermano, José Manuel Bocanegra?, al término de una montería o de una buena jornada de caza en los cotos de la Sierra de Baza. Otra cosa que teníamos en común era nuestra devoción al Stmo. Sacramento que profesábamos los dos en el seno de la Hermandad Sacramental de Caniles. Por último, y ya con lágrimas de emoción y tristeza en mis ojos, quiero dar el último adiós a mi gran amigo Fernando Bocanegra, una gran persona, un humilde cristiano, un buen hombre, un buen padre, esposo, hermano y tío; un gran alcalde, un buen maestro y, sobre todo, mejor amigo. Descanse en Paz mi gran amigo, Fernando Bocanegra Vela.