Imagen de los pinos secos, que contrasta con los árboles sanos.

El Parque Natural de la Sierra de Baza busca soluciones ante la muerte de miles de pinos

Las especies de repoblación de hace 60 años no aguantan la climatología actual con una creciente falta de precipitaciones

José Utrera

Jueves, 1 de diciembre 2016, 23:39

La Consejería de Medio Ambiente está analizando el decaimiento de miles de pinos de repoblación en la Sierra de Baza, que se están secando debido a la escasez de precipitaciones y el aumento de temperaturas

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Hace más de un año que se encendieron las alarmas. El muérdago, la procesionaria pero sobre todo la sequía está acabando a marchas forzadas, de un día para otro, con miles de pinos.

Hay unanimidad sobre las causas y la existencia del problema, pero no sobre la dimensión del problema, mientras que la dirección del Parque Natural indica que solo hay 2.000 hectáreas afectadas. La Asociación Proyecto Sierra de Baza considera que la zona afectada ocupa una extensión de más de 80 kilómetros cuadrados y se han secado más de 100.000 pinos en los últimos cinco meses.

A la última reunión de la junta rectora además de todos sus integrantes, también asistió el Director General de Gestión del Medio Natural y Espacios Naturales Protegidos, Javier Madrid. Para estudiar y atajar el problema se constituyó el pasado 18 de octubre un grupo de trabajo multidisciplinar que está abordando la situación desde distintos ámbitos, formado por personal de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, de la Agencia de Medio Ambiente y Aguas, y por investigadores las Universidades de Córdoba y de Granada.

Este equipo multidisciplinar estudiará qué masas forestales serán las más adecuadas para los próximos 50-100 años, pero que todo apunta previsiblemente a que no serán las mismas que actualmente se conocen en el Parque Natural Sierra de Baza.

Este grupo ya comenzó a trabajar teniendo como objetivos principales el de cuantificar y situar geográficamente la zona afectada, identificar los factores ambientales y silvícolas que han favorecido o provocado la situación, conocer las características del Matsucoccus feytaudi. También buscan otras especies que favorezcan su aparición, agraven la situación o la aprovechen para su propia expansión, lo que va a propiciar una actualización de conocimientos y la adecuación del plan de control de plagas existente a la nueva situación. Se va a estudiar el decaimiento de los pinos por rodales y diseñar un plan de actuaciones silvícolas y de restauración vegetal. En la junta rectora se acordó realizar actuaciones de comunicación y difusión a la sociedad de la situación, características y medidas adoptadas.

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Los responsables del Parque Natural dicen tener muy claro que aunque la plaga ha sido desencadenada por la Cochinilla del pino, no es realmente la causante; sino que todo ello ha sido consecuencia de los cambios que se están produciendo en el planeta. El cambio climático es un problema, reconocido por la comunidad internacional.

El Parque Natural Sierra de Baza, como la mayoría de los montes de la Península Ibérica y Europa, son el resultado de la mano del hombre, especialmente las reforestaciones, por lo que las decisiones adoptadas hace 60 años, en este nuevo escenario climático no son válidas.

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