Caniles, el día más esperado

No hay fecha más señalada en Caniles, la fiesta más popular y genuina que cada canilero lleva en su interior. Todo vecino de Caniles ha intentado al menos una vez en su vida robar el santo y muchos de ellos directa o indirectamente participan en el robo o colaboran con los `ladrones nuevos´ en un organizar y pagar las fiestas de San Sebastián del año siguiente. Aunque son otras muchas actividades las que organizan, algunas de ellas para recaudar fondos e intentar que no se cumpla el refrán local, `Una cosa es robar el santo y otra que el santo te robe a ti.´

Hoy en día y casi nunca, fue así, es imposible robar el santo sin la ayuda de un buen grupo de familiares y amigos. Los ladrones están organizados y juegan al despiste, no dicen sus intenciones y solo se descubrirán cuando a las 5 de esta tarde, la cruz portada por el ladrón del pasado año, salga al quicio de la puerta de la iglesia parroquial para dar comienzo a la procesión de San Sebastián y San Antonio. Por lo general de inmediato comienza «la pelea» o pugna por arrebatar la cruz de bronce y levantarla sobre las cabeza extendiendo el brazo lo más alto posible, al mismo tiempo que se grita ¡Viva San Sebastián! y ¡Vivan los hermanos nuevos! Será la señal de que el santo ya está robado.

De inmediato, los abrazos y las lágrimas de emoción para unos por haber logrado el objetivo o de peno porque tienen que dejar el santo y pasar a denominarse hermanos viejos.

Una vez pasadas las primeras emociones se reorganiza la procesión, los hermanos nuevos cogen el trono de San Sebastián y los hermanos viejos el de San Antonio.

Este año se va a echar mucho de menos a un magnifico canilero, que era habitual verlo cada año en la puerta de la iglesia, Joaquín Moreno, que falleció hace unos días, pero al que muchos van a tener presente esta tarde.