El equipo arqueológico trabaja en el yacimiento Baza 1. J. Utrera

El yacimiento paleontológico Baza 1 es una ventana al Plioceno

Con 4,5 millones de años documenta la mayor paleodiversidad de los últimos millones de años en Europa

José Utrera

Jueves, 17 de octubre 2024, 00:48

La octava campaña de excavaciones paleontológicas en el yacimiento plioceno de Baza 1, que data de hace 4,5 a 4,6 millones de años, ... ha concluido con el hallazgo de 570 registros, que incluyen abundantes fósiles de grandes vertebrados, especialmente mastodontes. También se han encontrado restos de otros animales más pequeños, como rinocerontes, dos especies de caballitos de tres dedos (hipariones), grandes bóvidos de la especie Alephis sp., y ciervos, tanto gigantes como pequeños, incluyendo una pequeña gacela que aún no había sido registrada. Además, se han documentado restos de cerdos y carnívoros, entre ellos un cánido, junto con numerosos caparazones de tortugas. Durante esta campaña, se han localizado más dientes de cocodrilo, algunos de ellos en su posición original, permitiendo cartografiar el lugar exacto de su hallazgo.

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Asimismo, se ha continuado con el lavado y tamizado de los sedimentos en el Centro de Interpretación de los Yacimientos Arqueológicos de Baza, donde se han procesado aproximadamente 2,500 kilos de sedimentos de la excavación. Esto ha dado lugar al descubrimiento de numerosos restos de micromamíferos (roedores, conejos y musarañas), anfibios (ranas y sapos), reptiles (lagartos y serpientes) y peces, así como abundantes restos leñosos y hojas de plantas. Este estudio permitirá reconstruir el paleoambiente del Plioceno.

Los datos obtenidos hasta el momento indican que el yacimiento se formó en una zona cenagosa con alto contenido en materia orgánica, similar a una turbera, donde los animales quedaban atrapados y no podían escapar, lo que facilitó su conservación. Esta ventana al Plioceno muestra que la localidad se acumuló en un periodo de clima óptimo, tropical/subtropical, caracterizado por altas temperaturas y abundantes precipitaciones. Esto sugiere la existencia de un ecosistema con amplios bosques que albergaban diversas especies de grandes mamíferos, como ciervos y bóvidos, así como espacios abiertos donde pastaban herbívoros como los hipariones.

Refugio de fauna tropical

Es probable que el sur de la Península Ibérica funcionara como refugio para fauna tropical en el Plioceno, lo que incluye a cocodrilos, reptiles gigantes que requieren altas temperaturas externas para su funcionamiento. Se estima que el yacimiento de Baza documenta el periodo de mayor paleodiversidad en Europa en los últimos millones de años.

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Esta campaña, al igual que las siete anteriores, ha sido muy productiva. Se ha ampliado el sondeo en los niveles de la Unidad Estratigráfica 5, situados 4 metros por encima de los estratos fértiles excavados en la Unidad Estratigráfica 2. En un área de 40 metros cuadrados se han localizado al menos seis individuos de mastodontes, tres de Anancus arvernensis y otros tres de Mammut borsoni. Esto corrobora la existencia de un nivel paleontológico superior casi tan rico como el de abajo, con abundantes restos de proboscídeos de Anancus arvernensis.

Hasta ahora, en solo 4 metros cuadrados, se han identificado al menos otros tres individuos, incluyendo uno infantil con dentadura de leche, un adulto joven de unos 20 años y otro senil de más de 60. Estos hallazgos indican que la serie estratigráfica contiene múltiples niveles con extraordinarios registros de megafauna pliocena.

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