Toma posesión la nueva Junta de Gobierno de la Cofradía del Silencio

Desde que las obras en la calle de los Dolores dificultaron el acceso a su templo habitual, la imagen de la Virgen de los Dolores permanece en la capilla a la izquierda del altar mayor de la Iglesia Mayor, frente a la del Santísimo. En este enclave, cargado de simbolismo, se desarrolló una ceremonia presidida por el párroco y consiliario de la hermandad, Manuel Millán Arjona.

La nueva Junta de Gobierno estará liderada nuevamente por María Isabel Martínez Aguayo como Hermana Mayor, acompañada por Ricardo Cañabate como vicehermano mayor, César López de Hierro como Fiscal Mayor, Francisco Polaino Jiménez como ecónomo y Yolanda Navarro Urquiza como secretaria. También tomaron posesión otros cargos clave, como el jefe de trono, la camarera mayor y las titulares de las distintas vocalías además del cuerpo de camareras.

La ceremonia comenzó con la lectura del Evangelio y una homilía en la que el consiliario exhortó a los miembros de la Junta de Gobierno a desempeñar sus funciones con compromiso y dedicación. Posteriormente, se dio lectura al decreto de nombramiento emitido por el Obispo de la diócesis, tras lo cual los nuevos responsables realizaron su juramento: de forma individual para los principales cargos y de manera colectiva para el resto de integrantes, a todos los cuales se les fue imponiendo la medalla de la cofradía, tras lo que hicieron el juramento correspondiente.

El acto alcanzó su momento más simbólico con la entrega de la Vara de Hermana Mayor a María Isabel Martínez Aguayo, un gesto que representa su misión como guía de la hermandad y su compromiso de servicio y humildad hacia los cofrades.

La Hermana Mayor cerró el acto con un discurso en el que agradeció la presencia de las cofradías de la localidad y destacó la importancia de la unidad y la colaboración entre hermandades. Asimismo, animó a todos los miembros de la Cofradía del Silencio a redoblar esfuerzos en el cumplimiento de sus funciones y en el fortalecimiento de la hermandad, a la vez que mostró su disposición y la del equipo que la acompaña, para realizar el mejor trabajo posible en beneficio de esta querida Cofradía del Silencio.

Este acto, cargado de solemnidad y simbolismo, marca el inicio de una nueva etapa en la Cofradía del Silencio, que afronta el reto de seguir siendo un pilar fundamental de la Semana Santa bastetana y un referente en la vida espiritual de la ciudad.