El paleontólogo Bienvenido Martínez presenta su obra «Las faunas cuaternarias»

Una obra en la que el autor hace un paseo por la fauna del pasado y por el tiempo, a lo largo de los últimos 5 millones de años, que abarcan el Plioceno y el Cuaternario, partiendo de que no se puede explicar el pasado sin conocer el presente, para así aplicar el principio de las causas actuales a los tiempos pretéritos, es decir, las leyes de la física, química, ecología, de la biología en general, o de la geología, que funcionan actualmente, han funcionado de la misma manera en el pasado.

Ello permite establecer paralelismos entre los ecosistemas actuales y los que existieron a lo largo del Plio-Pleistoceno. Así, a través del análisis de la fauna actual, las especies supervivientes de esa catástrofe llamada la Sexta Extinción, se describe la rica fauna que ha poblado prácticamente todo el planeta Tierra, hasta tiempos muy recientes, hasta poco antes de que nuestros antepasados comenzaran a trabajar la tierra y, con ello, a transformar todo el mundo natural en un territorio antropizado y optimizado para el bienestar humano, pero absolutamente devaluado en su riqueza biológica.

A lo largo de este libro se va desgranando el registro fósil de cada una de las familias de grandes mamíferos, empezando por los más grandes, los proboscídeos, explicando los mastodontes de Baza, Anancus arvernensis y Mammut borsoni, seguidos por los mamuts del género Mammuthus, que aparecen en Orce y en Huéscar, o por el elefante antiguo (Palaeoloxodon antiquus) que se encuentra el yacimiento de la Solana del Zamborino, en Fonelas. Sigue con los ungulados de dedos impares (rinocerontes, tapires y caballos), luego con los de dedos pares, muy bien representados en la mayoría de los ecosistemas actuales y fósiles por cerdos e hipopótamos, por un lado, y camellos y rumiantes (especialmente bóvidos, cérvidos y jiráfidos). Continúa con los carnívoros, haciendo especial referencia a los cánidos, úrsidos, félidos (donde los dientes de sable tienen un especial protagonismo) y los hiénidos (donde ¿cómo no? la hiena gigante de cara corta, Pachycrocuta brevirostris, de los yacimientos de Orce tiene un papel muy importante). Continúa con los primates, haciendo referencia a los monos que aparecen en Europa (Paradolichopithecus, Theropithecus y Macaca) y luego se hace una pequeña referencia a la importancia de las espectaculares faunas fósiles sudamericanas y australianas.

Finalmente, se explica la secuencia de los registros fósiles del Plio-Pleistoceno de Europa, con especial insistencia en la cuenca de Baza, cuyos yacimientos paleontológicos son referencia en todo el continente, tras lo que se explica, por último, el papel que los humanos modernos, Homo sapiens, hemos jugado en la extinción de todos estos linajes al final del Pleistoceno.