Tres heridos en dos accidentes de tráfico en Baza

Todos los accidentes han ocurrido en un tramo de 11 kilómetros de autovía, entre los puntos kilométricos 23 y 34. El primer accidente ha ocurrido a las 14,45 horas y en el mismo se han visto implicados cuatro vehículos, uno de ellos una pequeña caravana. Hasta el lugar del accidente se desplazó una patrulla de tráfico de la Guardia Civil de Baza y los bomberos también de Baza, por fortuna los bomberos no debieron de intervenir para excarcelar a ninguna de las personas afectadas por el accidente, aunque sí que ayudaron para despejar la autovía.El accidente se produjo este mediodía en la zona del Romeral, se trata de un tramo de autovía, muy peligroso cuando las inclemencias del tiempo son desfavorables por agua, nieve o granizo. Y hoy se han ido sucedieron las tres, aunque ha sido una breve tormenta de granizo, la que ha convertido un tramo de autovía durante unos minutos en una pista de patinaje, tremendamente peligrosa si surge alguna maniobra imprevista o se pisan los frenos.Muy cerca del primer accidente junto al desvió de Baúl, otros dos coches han sufrido una accidente por alcance y saliéndose de la autovía hacia el margen izquierdo en dirección Baza. Antes de llegar a este punto en la zona de la Venta de Vicario, también este mediodía se produjo otro accidente. El 112 movilizo en esta ocasión a los bomberos de Guadix, por estar ya en su demarcación. Los efectivos de la Guardia Civil se vieron obligados a dividirse para poder estar en los diferentes lugares de los accidentes.El servicio de mantenimiento de la autovía, puso en marcha las quitanieves para que esparcieran sal que ayudase a derretir el granizo.En el mismo tramo de autovía siempre en dirección a Baza, y antes de llegar al cruce de Freila, había otros dos vehículos con problemas, aunque se mantenían en el arcén. Ambos tenían señales de haber sufrido un impacto, pero cada uno en distintos puntos.En los distintos lugares de los accidentes y mientras se retiraban los 10 vehículos, accidentados, se vivieron momentos de verdadero peligro, porque se hacía difícil avisar a los conductores para que aminoraran la marcha, extremo este en el que se esforzaron los miembros de la Guardia Civil.