El Coro Alcazaba regresó a Nigüelas

  Nigüelas es una pintoresca localidad granadina situada en las estribaciones de Sierra Nevada, en pleno Valle de Lecrín. Sus habitantes son muy aficionados a las actividades musicales y por este motivo, el Ayuntamiento, con la colaboración de la Diputación Provincial y otros Organismos, viene organizando anualmente desde 1988 unos Encuentros Provinciales de Polifonía, que gozan de un gran prestigio tanto por la cantidad como por la calidad de los coros que intervienen.

Ideal.es

Domingo, 18 de mayo 2014, 05:54

El bastetano coro ?Alcazaba? ha sido un asiduo participante de estos Encuentros de la mano de José Salinas, su fundador y director, siendo homenajeado por su brillante trayectoria en la IX Edición, en mayo de 1997. Tras el fallecimiento accidental de aquél, la agrupación coral ha permanecido nueve años sin intervenir. ?Decíamos ayer?..?, y el coro ?Alcazaba? retornaba a Nigüelas y clausuraba el pasado domingo el ?XXVI Encuentro de Polifonía y Música Garnatí?, que ofrecía el contraste existente entre las más antiguas músicas orientales de Al-Andalus con la polifonía coral nacida en los monasterios cristianos. Tras unas palabras de salutación de la Delegada de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, Ana Gámez tuvo lugar un delicioso concierto lírico de endechas y canciones sefardíes a cargo de la soprano Mª Eulalia Ballesteros. A continuación, el actual director del coro ?Alcazaba?, Eusebio Salinas, recordó con emotivas palabras la trayectoria de la agrupación coral que dirige y la especial vinculación de su hermano al Encuentro que concluía. Acto seguido, el coro, que fue muy aplaudido,  interpretó con brío y esa especial fuerza interpretativa que le caracteriza un variado repertorio, de entre el que destacamos el ?Cantico di Frate Sole? para voces graves, de Doménico Alaleona (s. XIX), que recoge un poema de alabanza a la Creación, de San Francisco de Asís, y un emotivo ?¡Señor, me cansa la vida!?, de J. A. García (organista de la catedral de Granada) y letra de Antonio Machado. Posteriormente, se sirvió un refrigerio en la casa Zayas, sede del Ayuntamiento, un espléndido edificio del s. XVI. Texto y fotos: Eduardo Esteban Suárez.  

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