Venerable Hermandad del Santo Cristo de los Méndez y Nuestra Señora de los Dolores de Baza (1925)
Juan Antonio Díaz Sánchez (Centro de Estudios Históricos de Granada y su Reino)
?Nunca te acostarás sin saber algo nuevo?, reza un viejo refrán castellano. Algo parecido me pasó ayer a mí. Resulta que estuve en la presentación del Boletín del Centro de Estudios ?Pedro Suárez? (BCEPS) en Guadix, ésta es la revista científica que edita anualmente dicho centro. La revista está dedicada íntegramente a publicar estudios científicos de Historia, Antropología, Historia del Arte, patrimonio, Literatura?, sobre las comarcas de Guadix, Baza y Huéscar, las tres que configuran la diócesis guadicense.
Cuando llegué a casa, me puse a ojear los trabajos que componían este voluminoso número ?que por cierto, es el que conmemora ?las bodas de plata? del centro de estudios, es decir, su veinticinco aniversario? leí un artículo que me llamó poderosamente la atención: ?Devociones populares en Baza: la Virgen de la Piedad, los Dolores y el Cristo de los Méndez. Refundaciones, costumbres populares y polémicas en el primer tercio del siglo XX?, bajo la firma de Santiago Pérez López, que además de ser el actual Subdelegado del Gobierno en la provincia de Granada, fue alcalde de Guadix, miembro numerario de este centro de estudios y es doctor en Historia Contemporánea por la Universidad de Granada.
En el epígrafe tercero de este artículo, este ilustre historiador accitano, nos muestra inequívocamente, al albor de la nueva documentación hallada en el rico archivo diocesano, la cual no admite duda; que la cofradía del Silencio de Nuestra Señora de los Dolores, que como bien publiqué hace ya tiempo fue fundada en el Oratorio de San Felipe Neri en 1723, formó una sola hermandad junto al Stmo. Cristo de los Méndez, con la recién creada ?Venerable Hermandad del Santo Cristo de los Méndez y Nuestra Señora de los Dolores?, en marzo de 1925. La creación de esta nueva hermandad, que es el fruto de la incorporación de una que ya existía en Baza desde el siglo XVIII y de darle carácter cofrade a una de las imágenes que más devoción se le tenía en Baza, desde la segunda mitad del siglo XVI o comienzos del XVII, el Stmo. Cristo de los Méndez; se debió a un grupo de bastetanos, feligreses todos de la Iglesia Mayor, y entre los que se encontraban: José García de la Serrana, Luis Alcón, Juan de Dios Castellano Vita, Emilio Castellano Vita y Luis Magaña Visbal. El obispado dio su beneplácito para que, en vísperas de la Semana Santa de 1925, se celebrase un solemne novenario en honor a los dos titulares de dicha hermandad y para que se celebrase la procesión el Viernes Santo por la noche con el siguiente itinerario: calles de los Dolores, Monjas, Ancha, del Agua, de la Cabeza, Plaza Mayor, iglesia colegial ?donde se quedaría la imagen del Cristo?, Arco de la Magdalena, Zapatería y calle de los Dolores.
Por estas mismas fechas, los hermanos cofrades deciden confeccionar los estatutos, que son los que han sido magníficamente hallados y estudiados por Santiago Pérez López. En éstos se regulan aspectos como: la definición de sus titulares ?Nuestra Señora de los Dolores y el Stmo. Cristo de los Méndez?, la cuota que se pagaba anualmente que era de seis pesetas, la inclusión de hermanos y hermanas si distinción de sexo, la creación del cuerpo de horquilleros que portarían las dos sagradas imágenes titulares, la creación de un cuerpo de camareras que cuidarían ??del vestido y adorno de las sagradas imágenes titulares de esta Venerable Hermandad y bajo la inmediata dirección de dos Camareras Mayores, una para cada imagen?. La junta de gobierno compuesta por presidente (que sería el cura-párroco de la Iglesia Mayor), hermano mayor, tesorero, secretario, dos comisarios de Horquilleros, tres comisarios parroquiales, dos camareras mayores y los mayordomos que sucesivamente se fueran nombrando.
Esta venerable hermandad tuvo una vida efímera pero intensa, de 1925 a 1934, prácticamente diez años en los que sus hermanos, fieles y devotos, hicieron todo lo humanamente posible por reforzar el culto y la devoción popular a sus sagradas imágenes en tiempos que no eran los más propicios para ello, como eran los de la II República Española, debido a su laicismo. Finalmente, el 27 de junio de 1934, el obispo Medina Olmos, aprueba la restauración de la cofradía de Nuestra Señora de los Dolores ?El Silencio?, y el nuevo reglamento; y la del Cristo de los Méndez. Tristemente, con el estallido de la Guerra Civil, ambas imágenes fueron destruidas, y en 1944 se refundaría la cofradía del Stmo. Cristo de los Méndez.
A partir de este momento, volvieron a ser dos señeras cofradías de la ciudad de Baza que han llegado hasta nuestros días. Sin embargo, ¡los designios del Señor son inescrutables!, reza una vieja jaculatoria barroca. De estos datos que les expongo en esta reflexión y comentario de los mismo, ?y que como bien he dicho al principio, los ha encontrado, trabajado e investigado Santiago Pérez López, no quiero que quede ninguna duda al respecto?, los investigadores que nos dedicamos a estas cuestiones no teníamos conocimiento de los mismos. Pero lo que son las cosas, con motivo de la celebración del acto-homenaje a José de Mora, en su segundo edición se vio conveniente que estuvieran las dos imágenes presentes, la del Stmo. Cristo de los Méndez y la de Nuestra Señora de los Dolores, en su casa, es decir, en la Iglesia Mayor; la Stma. Virgen visita a su Hijo, por una tarde la cofradía del Silencio se une a la de los Méndez, como fue hace prácticamente noventa años. Hay algunos filósofos que sostienen que la Historia es cíclica, y por los distintos avatares de la misma, por razones culturales, como es el acto-homenaje a José de Mora, las dos cofradías, las dos imágenes (la de la excelsa Madre y el Stmo. Hijo) ?se vuelven a unir? en ese preciso momento, como ocurrió en antaño.
Permítanme, amables lectores, que termine estos breves comentarios y reflexiones con unos últimos pensamientos. La Semana Santa de Baza, nuestra Semana Mayor, tiene historia, irá saliendo poco a poco, lentamente, fruto del arduo trabajo que los investigadores estamos realizando. Cada investigación nueva que se publica, aporta conocimiento a la historia de la Semana Santa de Baza, de la Iglesia bastetana, y como no, de la propia ciudad de Baza. Por eso, es fundamental que se sigan realizando estas labores de investigación porque, paulatinamente, se irá construyendo y dando a conocer dicha historia que es patrimonio de todos los bastetanos y ciudadanos del antiguo Reino de Granada y de esta gran nación que es España. Por último, sólo me resta dar las gracias públicamente a Santiago Pérez López por su inconmensurable labor, por todo ello, la historia de Baza siempre estará en deuda con él.
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