JOSÉ UTRERA
Viernes, 8 de febrero 2013, 08:51
Hace más de treinta años los niños del pueblo en carnavales, solíamos comprarnos una careta de cartón de dos pesetas y con algún vestido de nuestra madre, la pañoleta de la abuela o una pelliza del trastero, nos disfrazábamos llenos de ilusión. Recuerdo unas vecinas vestidas de gitanas canasteras, vendiendo unas enormes bragas, llamando de puerta en puerta. Mas recientemente; dos solteros, vestidos de ?Marilyn Monroe? en un bar de vinos del país, con un montón de abuelos alrededor, invitando a las dos rubias con minifalda y algún pellizco que otro en el trasero, también recibieron estas supuestas señoritas. Escenas para reír a carcajadas que se seguían contando en meses posteriores a amigos y conocidos. Hoy día el carnaval de Huéscar es un derroche de colorido, en el pasacalles infantil, participan nuestros tres colegios de primaria, con más de 500 niños, saltando y bailando al son de la música. Van organizados por cursos y colegios. La temática de los disfraces se acuerda de antemano, procurando genuinidad, variedad y vistosidad. También participan los más pequeños de la guardería municipal, que más que niños parecen muñequitos de peluche, ordenaditos con sus monitoras, ?van para comérselos?. La asociación de discapacitados físicos y sensoriales ASPADISSE todos los años participa poniendo una nota de color y alegría, contagiando al público sus ganas de agradar y sorprender. Este desfile se realiza el viernes por la mañana de cara a medio día. Los profesores, monitores y madres de los niños más pequeños aportan organización y armonía a esta serpiente multicolor que recorre las principales calles del pueblo. Por la noche desfilan los jóvenes y adultos, con ?tipos? muy elaborados que por lo general los cosen las esposas, madres y abuelas. Forman peñas y comparsas con cierta rivalidad y esmero a la hora de confeccionar los disfraces. Estos grupos de amigos comienzan sus reuniones pasada la navidad, aprovechando estos encuentros para disfrutar de veladas interminables de distracción y expansión. El desfile es todo un espectáculo, se desvelan los secretos guardados a voces de los mejores tipos, se respira un ambiente lúdico y amable, donde todos exponen su mejor sonrisa y sobre todo ponen de manifiestos sus ganas de pasarlo bien y divertirse. El colofón los pones las verbenas que organiza el ayuntamiento, son gratuitas con precios económicos para las consumiciones, se entregan diversos premios para grupos y disfraces individuales, en distintas catearías de edades. Aquilino Girón
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