La lluvia obliga a la Santa Cruz a regresar nada más salir

El desfile procesional de la Santa Cruz, tenía muy difícil realizar su estación de penitencia en la noche del martes santo, pues las probabilidades de lluvia eran del 100%. La Hermandad de la Santa Cruz, decidió arriesgar porque a las nueve de la noche no llovía. El portón de la Iglesia Mayor de Baza, se abrió para dar paso al cortejo que salió con la brillantez habitual, pero ya en la propia rampa que desciende hasta la Plaza Mayor, comenzaron a caer unas pequeñas gotas de lluvia, las mujeres de mantilla enseguida las notaron y afloraron las primeras lágrimas. El cortejo continuo unos metros y cuando el paso de María al pie de la Cruz ya estaba en la plaza, la lluvia gano en intensidad y la única decisión a adoptar fue dar la vuelva de inmediato y subir la cuesta hasta la sede canónica y dar por terminado el desfile procesional. La intención era hacer un recorrido acortando por calle Carril, pero no se pudo hacer y cómo hemos comentado el cortejo se volvió nada más salir.

Con la iglesia a rebosar, el consiliario, Manuel Millán, tomaba la palabra con tranquilidad y mucho tacto, para poner orden y comentar que la procesión seguiría con el acto que se iba a celebrar dentro de la iglesia, la cual estaría abierta mientras quedará una sola persona. Una iglesia donde se siguió con sumo respeto el acto anunciado y donde no solo era difícil encontrar un hueco, sino incluso atravesar algunas de las capillas.