El legado ferroviario de Baza cumple 140 años a la intemperie
Amigos del Ferrocarril exige la protección de elementos originales del XIX que están abandonados como la grúa o la placa giratoria
En 1885, al calor de las explotaciones mineras que poblaban las sierras de las comarcas orientales, el capital extranjero se interesó por la creación de ... una línea ferroviaria que permitiera sacar el mineral de Baza. La idea era configurar una conexión que llevase el producto hasta los puertos del Levante, donde se cargaban para su transporte a otros países. Fue así como nació la GSSR, siglas con las que se conoció a la Great Southern of Spain Railway, la compañía que promovió el desarrollo de una infraestructura que cambió la cara del norte de la provincia y que se mantuvo en funcionamiento hasta 1985, cuando fue abandonada aduciendo motivos económicos.
140 años después, la línea no solo está viva en la memoria de los vecinos bastetanos, sino que está de nuevo de actualidad tras las recientes reuniones mantenidas por colectivos de las comarcas de Baza y Guadix con la secretaria de Estado de Movilidad para tratar de ponerla en servicio de nuevo. A la espera de lo que resulte de las gestiones –se está a la espera de cerrar una reunión con el ministro de Transportes, Óscar Puente, para mostrarle los informes de viabilidad económica de la línea-, las asociaciones, en especial Amigos del Ferrocarril de Baza, están aprovechando el aniversario de la creación de la promotora de la histórica línea para poner en valor los restos originales que aún se conservan. Se trata de elementos como la marquesina de la estación, la placa giratoria o la grúa que poseen un enorme valor material y sentimental y que, desde que dejó de pasar el tren, permanecen abandonados a la intemperie.
«Son elementos singulares muy preciados. Piensa que son originales del siglo XIX, cuando se adjudicó a la empresa británica GSSR la explotación del tren entre Lorca y Baza», explica Antonio Francisco Martínez, representante de Amigos del Ferrocarril de Baza. El activista del tren explica que ese patrimonio relata el sistema extractivo del mineral en la época, que iba desde las entrañas de la tierra hasta el mar. «Esta era una zona muy apreciada por los minerales. Había cargaderos importantes en la sierra de Baza y en la de Filabres, el de Serón, por ejemplo. Luego se sacaba hasta el embarcadero del Hornillo, en Águilas, de donde se movía hasta otros países», recuerda.
«Hemos hecho escritos para que estudien su protección. No queremos verlas ahí muertas, son piezas de gran prestancia»
Era la época en la que el norte de la provincia vivía un auténtico 'boom' que dejó momentos tan curiosos como la fabricación del diario 'The Times' con esparto bastetano. «Ocurrió antes de la expansión de la celulosa, aprovechando un material que era entonces muy barato», explica.
Marquesina de la estación
De aquellos años, el principal elemento patrimonial que se conserva es la marquesina de la estación. La configuración está casi intacta, pese a que lleva más de 40 años sin uso y que, al ubicarse junto al ferial, se ha visto afectada por golpes accidentales. «Aún presenta buena parte del entramado y las columnas son las originales, verdaderamente preciosas, adornadas con las iniciales de la GSSR», describe Martínez.
Cerca de las marquesinas verdes originales, al aire libre, se encuentra también la grúa que se empleaba para mover los materiales. Con 10 toneladas de peso, se trata de una herramienta descomunal como las que no hay mucha. «Es una pieza cotizadísima. Tenemos constancia de que hay empresas y personas privadas interesadas en hacerse con algo que es realmente una reliquia. Duele verla ahí abandonada», señala el representante de Amigos del Ferrocarril.
Lo mismo le ocurre a la placa giratoria, el tercero de los elementos patrimoniales de la línea conservados en Baza. Esta es otra joya única como la que no hay muchas otras en Europa. «En la época en que se construyó, las locomotoras no podían virar. Así que se colocaban en la plataforma y un grupo de operarios la giraba para que el tren pudiera salir en la dirección contraria», revela Martínez.
Monumento al tren
El colectivo lleva tiempo intentando revertir la situación de abandono y que estos tesoros sean puestos en valor. En el mandato anterior presentó un proyecto para conservar las piezas y hacerse cargo de una máquina de vapor, la 020T, que aún se guarda en Granada para ubicarla en un lugar preeminente del municipio y convertirla en un monumento al ferrocarril. Aunque el Ayuntamiento de Baza se comprometió a destinar una partida para financiar la operación y la Mancomunidad de Baza hizo lo mismo para pagar el transporte, la solicitud permanece aún sin visar por la Fundación de Ferrocarriles Españoles, entidad de la que depende la locomotora, después de que la documentación se haya tenido que rehacer tras el cambio de gobierno en la localidad.
A la espera de que se resuelva la petición, en el colectivo insisten en la necesidad de recuperar el patrimonio y salvarlo de la intemperie. «Además de nuestra reivindicación por la reapertura de la línea, estamos muy concienciados con estas joyas. Hemos hecho escritos al Ayuntamiento y a Cultura para que estudien su protección. No queremos verlas ahí muertas. Nos gustaría que se pusieran en valor porque son piezas de gran prestancia, además de tener un gran significado para nosotros al ser un referente, un aliciente, un acicate para reactivar el tren en la comarca, que es tan necesario», remarca Martínez.
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