La Junta mejora del hábitat de la mariposa apolo en el Parque Natural Sierra de Baza

Desde la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, conscientes de la dificultad de supervivencia de esta subespecie en el Parque Natural Sierra de Baza, se han llevado a cabo en los últimos años, estudios de detalle de las poblaciones que permiten contar con una base de información de calidad para determinar la situación de esta subespecies en la Sierra de Baza, en concreto en la población descubierta en 2009 que se encuentra en una estrecha franja de terreno del parque natural, entre repoblaciones de pinos con una elevada densidad, que interrumpen el hábitat propicio de la mariposa apolo compuesto por especies como el tomillo (Thymus serpylloides), aulaga (Genista versicolor), siempreviva (Helichrysum italicum), entre otras, incidiendo negativamente en el vuelo de la mariposa y por tanto en su propagación.

Por todo ello, desde la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, «se ha decidido realizar una actuación mediante claras en el pinar, a través de una obra menor que cuenta con un prepuesto de casi 44.000 euros , con la finalidad de aumentar el hábitat potencial disponible para la población de la subespecie de mariposa apolo de la Sierra de Baza, persiguiendo la mejora de la conectividad entre las zonas donde se tiene conocimiento de la presencia probable de la especie,» ha manifestado el delegado territorial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul en Granada, Manuel Francisco García.

Este objetivo se logrará a través de la reducción de la densidad de pinos, junto con la modificación de la estructura de la masa en los rodales de repoblación de pinos que actualmente pueden estar actuando como barrera para el desplazamiento de la mariposa apolo, facilitando su permeabilidad y mejorando el estado selvícola del conjunto, de algo más de 28 hectáreas de los rodales que han recibido tratamiento, quedando adaptados con este manejo a las nuevas circunstancias de cambio climático, ofreciendo una menor densidad pero a la vez manteniendo el aporte del potencial ecológico necesario para reducir el riesgo de erosión, manteniendo el almacenamiento de carbono, conservando el paisaje y aumentando la defensa de la zona ante perturbaciones como los incendios forestales.