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Uno de los polluelos hembra junto a Silvia Alcázar una de las madres de alumnos que han asistido al acto
La Junta libera dos nuevos pollos de quebrantahuesos en la Sierra de Castril

La Junta libera dos nuevos pollos de quebrantahuesos en la Sierra de Castril

Desde 2006 han sido puestos en libertad un total de 56 ejemplares en éste y otros espacios naturales andaluces

JOSÉ UTRERA

FATIMA-CASTRIL

Jueves, 23 de mayo 2019, 18:44

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La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible ha liberado hoy dos nuevos pollos de quebrantahuesos en el Parque Natural Sierra de Castril, con el fin de afianzar el asentamiento de las poblaciones de esta especie en éste y otros espacios naturales próximos. Con estos ejemplares son ya 16 los que han crecido en este espacio natural de la Comarca de Huéscar. La Junta contrariamente a lo habitual hasta ahora, no ha facilitado el nombre de los polluelos liberados.

El quebrantahuesos, una especie que desapareció del territorio andaluz en la década de los 80, es un ave carroñera que se alimenta preferentemente de huesos, principalmente de ungulados, tanto silvestres como domésticos, aunque especialmente estos últimos, «por lo que el mantenimiento de la ganadería extensiva en los montes públicos se convierte en una de las claves para la conservación de esta especie» asegura la delegada territorial, María José Martín Gómez, quien ha asistido al acto junto a escolares y miembros del AMPA del Colegio Francisco Ayala de Fátima.

Martín destaca la importancia de un acto como éste, de gran trascendencia para el ecosistema, sino también por el carácter divulgador que tiene entre la población infantil, que durante estos días participa en talleres de sensibilización ambiental, «algo fundamental para el éxito del Plan de Recuperación y Conservación de Aves Necrófogas, a través del cual se han liberado 56 ejemplares en los Parque Naturales de Cazorla, Segura y las Villas y Castril, entre 2006 y 2019».

Los dos ejemplares liberados, dos hembras, habitan ya su nuevo hogar, un nido ubicado en uno de los abrigos de la sierra que cuenta con las condiciones técnicas específicas para poder seguir alimentándolos, sin que haya contacto directo con el humano. Se trata de un lugar de difícil acceso en el que se recrean las condiciones naturales de crianza, facilitando la adaptación al medio natural de los animales. Esta técnica, empleada en otras ocasiones, se conoce como hacking.

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