Javier Martín Cañizares junto a Lorena y Jéssica delante de una vivienda cueva de Freila IDEAL

La Junta ayuda a una cooperativa de Freila que recupera las casas cueva en el Geoparque

La empresa, fundada por dos jóvenes vecinas del municipio, restaura las viviendas deshabitadas para la que busca futuros inquilinos

JOSÉ UTRERA

FREILA

Miércoles, 13 de agosto 2025, 09:55

La Delegación de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía en Granada ha ayudado a una cooperativa de Freila que recupera las casas cueva del Geoparque granadino, una iniciativa empresarial liderada por dos jóvenes vecinas del pequeño municipio situado al noroeste de la provincia de Granada y flanqueado por el embalse del Negratín.

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Lorena Martínez y Jéssica Smith crearon hace un año Inmogeopark, una agencia inmobiliaria constituida como cooperativa y especializada en la gestión, compra, rehabilitación, venta y arrendamiento de casas cueva y fincas características de la zona, contando para ello con empresas del entorno y la complacencia de sus vecinos «que ven como, poco a poco, las viviendas abandonadas o deshabitadas vuelven a tener vida». Así se lo han traslado estas dos jóvenes emprendedoras al delegado de Empleo, Javier Martín Cañizares, que ha podido conocer el trabajo realizado en apenas un año por Lorena y Jéssica. Su cooperativa recibió una ayuda de 8.000 euros, una «línea de incentivos de la Consejería de Empleo que, en el último año, ha permitido a 60 personas entrar como socias trabajadoras en 33 cooperativas de la provincia, entre ellas Inmogeopark»,señala el delegado.

Esta cooperativa es el resultado del espíritu emprendedor de dos jóvenes vecinas que «queríamos emprender y quedarnos en nuestro pueblo». Para Jéssica Smith, de orígenes ingleses, así es desde que llegó hace seis años a este recóndito rincón de la provincia granadina siguiendo los pasos de su padre. Con él gestionó un hotel-cueva en la zona que acabó cerrando, sin bien su experiencia y contactos «nos están abriendo muchas puertas», en palabras de su socia. Lorena Martínez, natural de Bácor-Olivar, contaba con mayor ventaja pues conocía de sobra el paisaje erosionado del Geoparque «que ofrece muchas oportunidades y mejor calidad de vida que las grandes ciudades».

La falta de experiencia en el sector no le ha impedido meterse de lleno en «esta aventura empresarial con grandes perspectivas de futuro», ha asegura ilusionada la joven. Ella cuenta con su bagaje personal y profesional, su solida experiencia y contactos en el extranjero, un tándem que les ha permitido asociarse con varios portales inmobiliarios internacionales logrando visibilidad en más de 27 países de todo el mundo.

Vuelta a casa

El municipio de Freila sufrió entre los años 50 y 70 un éxodo de población que está comenzando a revertirse casi medio siglo después. «En la década de los 90 y los 2000, comenzaron a llegar a nuestro pueblo muchos ingleses que adquirieron casas como segundas residencias, aunque después se instalaron definitivamente». Este movimiento residencial generó un efecto llamada entre sus compatriotas que se mantuvo hasta la salida del Reino Unido de la Unión Europea, un hecho que propició que muchos ingleses que vivían en el Geoparque se marchasen. Sin embargo, últimamente «el boca a boca entre la población holandesa que ya nos conoce está derivando en un aumento del interés de los habitantes de ese país por comprar viviendas aquí», celebra Smith.

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En la actualidad, Inmogeopark gestiona una veintena de propiedades repartidas entre los municipios de Iznalloz, Bácor-Olivar, Gorafe, Baza, Zújar y Freila. Hoy, con 940 habitantes, los vecinos de Freila arropan «cualquier iniciativa que llene de familias, negocios y vida nuestro pueblo», comenta el alcalde, José Pretel. El primer edil subrayado que la mitad de las viviendas del municipio son casas cueva y, de éstas, sólo el 25% están habitadas, «por lo que el trabajo que están haciendo estas vecinas por devolverles la vida es maravilloso para nosotros». Inmogeorpark no sólo se encarga de aquellas que están en desuso o deshabitadas, sino que cuenta con la confianza de las que sí tienen propietarios «para mantenerlas hasta que vienen sus dueños a pasar una temporada».

La rehabilitación de las casas cueva respeta la orografía y estructura originarias, «aunque con las comodidades de hoy en día», afirma Lorena Martínez. El precio de las viviendas oscila entre los 6.000 y los 120.000 euros, «depende del estado de la misma, de las reformas que requiera y de lo que el cliente se quiera gastar para acondicionarla a su gusto». Adentrarse en ellas supone iniciar un viaje por la historia del Geoparque granadino, «sólo que con diez o quince grados menos de los que hay afuera».

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La idea de negocio de las dos jóvenes se ha visto revalorizada por el aumento de la oferta de ocio de la comarca, que cada vez despunta más en los portales turísticos y en las redes sociales. El resto se debe al buen hacer de la cooperativa novel, cuyo ejemplo sirve «para que otros emprendedores vean a la Consejería de Empleo como una administración que facilita la materialización de sus proyectos». «Por lo pronto, tenemos abierta hasta el 29 de agosto la misma línea de incentivos a la incorporación de socios de la que se han beneficiado Lorena y Jéssica con tan buenos resultados», recuerda el delegado.

Estas ayudas, cuya cuantía puede alcanzar los 10.000 euros, están destinadas a cooperativas y sociedades laborales con las que se pretende fomentar el empleo estable y de calidad en las empresas de economía social. El año pasado, Empleo invirtió 344.000 euros en las cooperativas granadinas

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