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José Utrera
Cuevas del Campo
Miércoles, 31 de julio 2024, 14:05
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Veranear en Cuevas del Campo es una opción que suelen elegir los cueveños que viven fuera y regresan cada verano a su pueblo. La localidad como la mayoría de los municipios de las comarcas de Baza y Huéscar, ven aumentar considerablemente su población durante esta época del año.
El verano en Cuevas del Campo es tranquilo, caluroso e intenso, debido en buena parte a la programación de actividades que el Ayuntamiento preparada para los meses de julio y agosto, con el objetivo de ofrecer una extensa oferta para disfrute de vecinos y visitantes que cada verano regresan a su pueblo.
Una de estas personas, es Dori Ruiz Rubio, quien como tantas otras se vio en la necesidad de emigrar en busca de un futuro laboral. Primero emigró su tío, después su hermano y más tarde ella. Reside y trabaja en Alicante, como recepcionista en un hotel, pero Dori no se olvida de sus raíces y regresa cada verano, navidad, puentes y algunos fines de semana. Las buenas comunicaciones por autovía, facilitan la cercanía a su pueblo. «Me gusta veranear aquí porque son mis raíces y siempre quiero volver. Me siento bien, es un placer los encuentros con mi gente, el olor, el clima, el ambiente, siempre que puedo vengo. A mi hijo le encanta venir y a mí que venga y viva las sensaciones que yo vivía a su edad».
Dori, indica que no sabe, si alguna vez podrá regresar de forma definitiva, porque le encanta vivir y estar en Cuevas del Campo, «hecho mucho de menos a la gente, poder saludar por la calle, nos conocemos todos». Esta cueveña, destaca como en los últimos años, ha vuelto a notar más vida en el pueblo, hay más gente joven, niños, «cuando yo me fui con 22 años a Alicante, el pueblo estaba prácticamente sin vida».
La madre de Dori, María José Rubio Otero, no oculta su alegría por poder disfrutar de su nieto de 7 años, durante un mes y medio consecutivo. Los tres suelen acudir a la piscina municipal. Lo mismo hacen muchos otros veraneantes, la piscina es un oasis de tranquilidad. Aunque hay más opciones a la hora de refrescarse, Cuevas del Campo, dispone de dos playas de interior en la ribera del embalse del Negratín, una de ellas naturista, la única en la provincia. Otra opción veraniega es darse un paseo en piragua por el Negratín, saliendo desde el embarcadero, que tiene el club náutico en las inmediaciones de la presa.
Con el verano, son habituales las tertulias de vecinos, tan habituales en otros tiempos, cuando no había televisión. La gente continúa juntándose en la puerta de las casas en determinados barrios. Cuentan, que el corro de vecinos más popular es el que se forma en la puerta de la casa de la «Tía Maria» junto a salón de usos múltiples «Los Aljibes» la propia Tía María es de las primeras en ponerse en su puerta al atardecer, siempre acompañada por algunos vecinos. Lo cosa se anima tras la cena. El número de vecinos aumenta de forma considerable.
Todos acuden con su silla dispuestos a disfrutar de las largas veladas estivales y ponerse al día de todo lo que ocurre en el pueblo. Aunque los temas de conversación son de todo tipo. Los vecinos también se suelen reunirse en la Plaza del Ayuntamiento, en el paseo o en la Plaza de San Isidro, que es el patrón de Cuevas del Campo, y que desde este año ya tiene fecha fija para celebrar sus fiestas, tal y como los vecinos aprobaron por mayoría en referéndum hace unos meses.
Por suerte Cuevas del Campo, ya no tiene tanta emigración como hasta la década de los 80 del siglo pasado. Ahora recibe inmigrantes debido al auge de su agricultura que ya no está basada únicamente en el olivar. Hay emprendedores que están generando muchos puestos de trabajo gracias los cultivos de esparrago, tomates, pimientos y otros tipos de hortícolas. Ahora emigran los jóvenes que estudian una carrera y no la pueden ejercer en una localidad tan pequeña.
La oferta veraniega y de oció ahora es mayor, ahora hay diez bares, abiertos en el pueblo, hace unos años se llegó a quedar con solo dos o tres. En Cuevas del Campo se mantienen abiertas dos oficinas bancarias, cuando en otras localidades las están quitando. De manera que los veraneantes disponen de cajeros para sus gastos en un pueblo que duplica su población, sobre todo durante el mes de agosto y que también en verano tiene fiestas, el penúltimo fin se semana de julio en torno a la Virgen del Carmen y cuadros días más a mediados de agosto, que antes de llamaban del emigrante porque es esas fechas, casi todos regresan a Cuevas del Campo.
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