Baza celebra esta noche las tradicionales hogueras de Santa Lucía

En cuanto a las hogueras son los vecinos y amigos los que reúnen en torno al fuego para comer una extensa variedad de viandas, desde papas asadas, en la propia lumbre o realizar una autentica y genuina barbacoa, con chorizos, morcilla, panceta, pinchitos que serán acompañados de vino del país o cerveza y en estos tiempos también refrescos. Este año se anuncia 6 hogueras organizadas por las asociaciones de vecinos de las Cuevas del Cerrico, Caño Valero, Al-Ghaba, San Juan, Santiago y Avecla. También hay familias y amigos que se reúnen en cortijos para organizar sus propias hogueras.

Las hogueras de Santa Lucia solo se podrán realizar con una autorización municipal que previamente se han solicitado, indicando el lugar escogido para la quema. La autorización no persigue otro fin que mantener informados al Servicio contra Incendios Salvamento y Protección Civil para que puedan actuar de forma ágil si fuera necesario, así como garantizar las medidas se seguridad precisas para que no se dañen ni los bienes ni a las personas.

Para disfrutar de esta tradición se recomienda tener en cuenta unos sencillos consejos que harán que la noche sea más segura. Las hogueras se deben realizar en un lugar seguro, alejado de viviendas, vehículos, tendidos eléctricos o árboles, nunca sobre el asfalto, y en el caso de que existan edificios próximos hay que cerrar las ventanas para evitar posibles incendios.

Antes de encender el fuego hay tener en cuenta la existencia de viento, lo que pude poner en peligro a los asistentes y las viviendas. Es importante no utilizar combustibles líquidos, ya que son muy peligrosos, y en la medida de lo posible disponer de material que pueda ser útil para una extinción, como agua, mangueras, extintores o arena. Por último, no se puede abandonar la hoguera si no está totalmente apagada.

Atrás quedan los años en los que la chiquillería bastetana dedicaba la jornada de hoy al acopio de materiales combustibles con el que preparar la hoguera de los diferentes barrios de la ciudad. La explicación de ese tránsito estaba en que las pandillas de chavales dedicaban la jornada a que la hoguera de su barrio fuera la más grande y llamativa, por lo que no les importaba coger madera preparadas para otras hogueras, lo que obligada a organizar guardias de vigilancia y dar la alerta cuando se detectaba la presencia de jóvenes de otros barrios.