«El Ayuntamiento de Cúllar no tiene capacidad para afrontar los daños de la DANA»

Más de una semana después de la DANA que tantos daños causó en parte de la comarca de Baza, el municipio de Cúllar aún sigue teniendo problemas y lo que es peor siguen apareciendo daños y averías que no han sido cuantificadas.

La alcaldesa de Cúllar, Ana Belén Martínez, asegura que el ayuntamiento no tiene capacidad económica ni material para afrontar los daños ocasionados por las tormentas. El viernes 1 de noviembre se celebró un pleno extraordinario para solicitar formalmente la declaración de Zona Catastrófica y ayer la alcaldesa cullarense, fue una más, de los 61 alcaldes y alcaldesas que acudieron a la reunión convocada en la subdelegación del gobierno para informarles de las ayudas del Gobierno Central y la documentación que necesitan aportar para conseguirlas.

El ayuntamiento no tiene aún la valoración final de los daños ocasionados, entre otras cuestiones porque, día tras día siguen apareciendo. Ayer se detectaron problemas en el depósito de agua de Las Vertientes, donde las tuberías están al aire amenazando con romperse. Desde el minuto uno, la alcaldesa y la concejal de servicios, Gloria Cañadas, han estado y siguen estando recorriendo el municipio cuya extensión es de 425 kilómetros cuadrados, aunque la primera intervención fue junto al ayuntamiento en la cafetería que hay al lado, que se inundo y fue necesario coger cubos y fregonas para ayudar a sacar el agua. A la misma vez los bomberos de Baza se tiraron toda la mañana sacando agua de viviendas, bajos y cocheras.

Más tarde junto a tres de los Policías Locales que el ayuntamiento de Cúllar tiene concertados y que proceden de otros pueblos, se dedicaron a ir poniendo vallas y marcando con cintas los lugares con peligro. «La ayuda de los Policías Locales, fue esencial y se lo agradezco enormemente».

Ana Belén Martínez, relata que lo primero que hicieron fue constatar que no se habían producido daños personales y a la misma vez ir contactando con los anejos y núcleos diseminados para interesarse primero por la gente y luego por posibles daños. Tanto la alcaldesa como la concejala estuvieron activadas desde las 6 de la mañana hasta las 11 de la noche, durante todos los días de la semana pasada, visitando los lugares con problemas. Ana Belén Martínez, confiesa a IDEAL que se tiro 48 horas sin ver a sus hijos. Y es que fueron muchos los lugares que visitar y problemas que solucionar de infraestructuras en caminos, eléctricas de abastecimiento de agua, derrumbes de alguna cueva. Recibiendo y realizando cientos de llamadas, el viernes incluso el coche eléctrico municipal que utilizó la alcaldesa para recorrer el municipio se quedó sin autonomía y hubo que coger una furgoneta llena de herramientas, tubos y manqueras para acudir al cortijo de Mazarra a llevar unas medicinas que hacían falta. Hubo que coordinar a fontaneros, electricistas y personal de servicios, que son pocos.

Han sido muchos los kilómetros recorridos y muchas horas de tensión y preocupaciones y todo porque además del núcleo urbano, había que atender a los anejos y núcleos diseminados que son 17 incluidos los anejos de Pozo Iglesias, Venta del Peral, El Margen, Pulpite, Venta Quemada y Las Vertientes. En un primer momento Cúllar se quedo sin abastecimiento de agua potable y algunos de los anejos también. Otros sufrieron cortes de electricidad. Con todo el mayor problema es reparar y en su caso sustituir conducciones de agua y los muchos caminos rurales que están impracticables.

El Ayuntamiento de Cúllar tiene contratadas a dos empresas locales para ir arreglando caminos y pasos del río y desde el lunes ya cuentan también con la maquinaria de la Mancomunidad de Municipios que, tras prestar servicio en Baza, se han trasladado por fin a Cúllar y después seguirán arreglando caminos en el resto de municipios afectados por la DANA.

Ana Belén Martínez, informa que a medida que pasan los días, los vecinos y agricultores reclaman cada vez con mayor intensidad que se arreglen los pasos del río y los caminos de acceso a las zonas agrícolas en una época como es la recogida de la aceituna.

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