JOSÉ UTRERA
BAZA
Domingo, 13 de abril 2025, 11:18
La Asociación AD-HOC celebró su 35 aniversario organizando una gala para conmemorar su larga trayectoria en el trabajo de prevención, asistencia e incorporación social en el ámbito de las adicciones. La asociación con sede en el antiguo hospital de Santiago de Baza, es un referente en el Norte de la provincia de Granada y en parte de las provincias vecinas de Jaén y Almería, prestando un impagable servicio a la sociedad. Aunque está gestionado por AD-HOC, es un centro de carácter público de acceso directo y gratuito. Constituye la puerta de entrada a la Red Andaluza de Atención a las Drogodependencias y otras Adicciones. En él se atienden todos los problemas y consecuencias derivados tanto del consumo de drogas (legales e ilegales) como de otras conductas adictivas (ludopatías, móvil, etc.).
Publicidad
Para celebrar el aniversario se organizó en el Teatro Dengra la «Gala 35 años de Historias de Vida, que fue presentada por Carlos Martí, quien recordó algunos de los hitos de la asociación Ad-Hoc, que nació de la lucha de familias que buscaban ayuda para sus hijos cuando la heroína golpeó Baza y su entorno, y no había recursos ni tratamientos disponibles. Recordó cómo, junto al movimiento asociativo andaluz de los años 80, fundaron un centro de día para atender a los primeros afectados y en 1993, crearon un centro ambulatorio que evitó largos desplazamientos para recibir tratamiento de adicciones. Destacó que, además de la atención asistencial, Ad-Hoc ha trabajado y trabaja en la prevención, la inserción social y la defensa de los derechos de las personas con adicciones.
La presidenta de Ad-Hoc, Pepi Rodríguez, agradeció la presencia de autoridades, asociaciones, entidades, profesionales y voluntarios y reconoció el papel fundamental del equipo humano de la asociación, resaltando la labor del voluntario Diego como ejemplo de solidaridad. Subrayó la importancia de normalizar y visibilizar las adicciones, incluidas la del uso excesivo del móvil, las redes sociales o el trabajo. Invitó a la reflexión y concluyó destacando la valentía de quienes buscan ayuda y deseó que el acto sembrara conciencia y responsabilidad en todos los asistentes.
La directora de Ad-Hoc, Ana Guirado, agradeció el apoyo de profesionales y recursos durante estos 35 años. Destacó la importancia de sensibilizar, informar y reivindicar mejoras en la atención a personas con adicciones, un problema de salud pública con gran incidencia en la comarca. Señaló que muchas personas no buscan ayuda por miedo al rechazo, lo que evidencia el estigma aún presente. Mencionó casos de rechazo social y recalcó que las adicciones son trastornos mentales con múltiples causas, incluyendo factores genéticos, psicológicos y sociales.
Ana Guirado, «criticó la hipocresía de una sociedad de consumo que fomenta las adicciones y luego margina a quienes las padecen». Y reivindicó que hay que dejar de criminalizar a los adictos, destacando la importancia de asumir responsabilidades para la recuperación y recordó testimonios de personas afectadas, resaltando el sufrimiento y la desesperación que enfrentan.
Publicidad
La directora de Ad-Hoc, que es una excelente profesional, llamó a centrarse en soluciones y pidió el compromiso de instituciones y ciudadanía para la prevención, rehabilitación, inserción social y, especialmente, en empleo. Subrayó la necesidad de estabilidad en la financiación y la mejora de recursos, a la vez que criticó el cierre de centros asistenciales, y destacó la vulnerabilidad de las mujeres con adicciones, con mayor condena social y dificultades para pedir ayuda, tras lo que concluyó reafirmando el compromiso de Ad-Hoc como un refugio para quienes lo necesiten.En la parte más lúdica de la gala, actuó el autodenominado «pianista desafinado» Antonio Jesús Sánchez Delgado, que junto a la flauta y la voz de Isabel Sánchez Ruiz quienes aportaron sensibilidad y emoción a la velada con sus interpretaciones. A continuación, se dio paso a un vídeo con numerosos agradecimientos y testimonios institucionales, destacando la labor de Ad-Hoc en el acompañamiento a personas con adicciones y sus familias, subrayando la importancia del movimiento asociativo en áreas donde la Administración no siempre alcanza, valorando el trabajo diario de la asociación no solo con los pacientes, sino también con sus entornos cercanos; resaltando la dedicación de Ad-Hoc en el proceso de rehabilitación y reinserción, así como la necesidad de un abordaje multidisciplinar para tratar las adicciones de manera efectiva, haciendo hincapié en la relevancia de reconocer y visibilizar su labor y destacando su impacto en la comunidad y su incansable esfuerzo por mejorar la vida de quienes tienen esta problemática.
El testimonio de adiciones personales demostró que se pueden vencer y que Ad-Hoc está en el camino hacia ese logro. Durante la gala, se rindió un emotivo reconocimiento a Manuel Contreras, el voluntario más veterano de Ad-Hoc con una historia ejemplo de superación y compromiso. En 2002, llegó a la asociación en una situación crítica debido a su adicción, poniendo en riesgo su vida. Con esfuerzo y motivación, logró rehabilitarse y reconstruir los lazos con su familia, integrándose en la comunidad. Lejos de alejarse, Manuel decidió devolver la ayuda recibida, convirtiéndose en un pilar fundamental de Ad-Hoc. Durante 22 años, ha dedicado su tiempo, experiencia y energía a apoyar a otras personas en situación similar, defendiendo sus derechos y luchando por la visibilidad de las adicciones. Su labor ha sido imprescindible y, aunque insiste en dar paso a nuevas generaciones, la asociación le agradece profundamente su entrega y espera seguir contando con él.
Publicidad
El último testimonio de la gala fue el de Antonio Calderón, quien compartió su historia de lucha contra el alcoholismo. Explicó cómo el consumo de alcohol se introdujo en su vida desde la infancia, arraigándose progresivamente hasta convertirse en una dependencia que afectó su trabajo, familia y bienestar. Durante años, negó su problema y justificó su conducta con excusas, hasta que, en 2019, tras una crisis personal, decidió buscar ayuda.
Gracias al apoyo de su familia y a la terapia en un centro especializado, Antonio logró reconocer su enfermedad y emprender el camino hacia la recuperación. Hoy se considera afortunado por haber cruzado «a la orilla correcta del río» y mantenerse en sobriedad, consciente de que el alcoholismo es una batalla de por vida. La gala culminó con un emotivo vídeo en el que sus hijas, desde Madrid, le dedicaron una versión especial de «La vida sigue igual», reforzando el mensaje de esperanza y superación.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Detenido un hombre al que se le cayó un revólver al suelo en la plaza de Coca
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.